
Este pasado sábado, 22 de mayo, tuvo lugar la sexta reunión del Consejo Pastoral Diocesano, que se celebró de forma telemática. Tras la oración inicial, el obispo Francisco dio la bienvenida y presentó los objetivos de la reunión, en el sentido de que las aportaciones que se hicieran ayudarían a afrontar el próximo curso. Tras la aprobación del acta de la reunión anterior se pasó a trabajar estas dos cuestiones:
Las numerosas aportaciones de los miembros del consejo hicieron referencia tanto a la experiencia vivida durante este curso en las parroquias, grupos, comunidades y movimientos, como a las necesidades y perspectivas que ha marcado la pandemia en nuestra pastoral:
- Ha sido una experiencia dura, pero nos ha permitido aprender a usar las herramientas TIC ya actuar de forma diferente, reinventando conceptos y tradiciones. Se ha agradecido mucho todo lo que se ha podido hacer telemáticamente.
- Se han encontrado formas de continuar en contacto con los jóvenes, los enfermos, las personas solas, para seguir ofreciendo la catequesis y reabrir las celebraciones con seguridad.
- Al mismo tiempo se ha podido constatar la necesidad y la alegría de devolver al contacto humano, a las celebraciones del culto, a realizar encuentros, al acompañamiento personal.
- Parece necesario que estas dos formas convivan, es decir, volver a las actividades presenciales pero renovándonos y reinventándonos. La presencialidad no puede suplirse, pero tampoco debemos renunciar a los medios telemáticos.
- Hay que buscar estrategias para ser, como en Iglesia, junto a todas las personas, mayores y jóvenes, que están pasando por una crisis personal, económica o social a raíz de la pandemia.
- Se destaca el gran esfuerzo que han hecho las parroquias por cumplir las medidas sanitarias para garantizar la seguridad de las celebraciones y encuentros. Es necesario agradecer el trabajo de tantos voluntarios.
- La atención a las personas durante la pandemia se ha podido hacer, por un lado, gracias a la entrega total de los curas y, por otro, a los laicos con responsabilidades. Es necesario potenciar esta corresponsabilidad, visibilizando al mismo tiempo el papel de las mujeres en nuestras comunidades.
- En los hospitales se ha realizado una gran labor de acompañamiento a los enfermos ya las familias.
- La catequesis, la vuelta a las celebraciones dominicales, la colaboración de los laicos con la parroquia y una serie de aspectos de la pastoral funcionan de forma muy diferente según los lugares. No es lo mismo en las zonas rurales que en las urbanas.
En definitiva, se constató que las comunidades y grupos han vivido una experiencia difícil pero también llena de nuevas oportunidades, marcada por la esperanza, y con la vista puesta en seguir estando siempre al servicio de las personas y de la evangelización.