
El domingo 24 de septiembre la iglesia de Santa Susanna del Mercadal de Girona acogió el encuentro de inicio de curso de la delegación diocesana de Vida Consagrada. Inició el acto su delegada, Pilar Pina, quien señaló que «queremos empezar el curso con esperanza e ilusión». «Y con un gran sentimiento de agradecimiento hacia cada una y cada uno de vosotros porque sin su esfuerzo y generosidad la Iglesia de Girona estaría carente de la fuerza y el dinamismo que sus carismas le dan», manifestó. También quiso recordar «las familias religiosas que, ante la realidad que vivimos, han tenido que dejar nuestro obispado». Y mencionó algunas celebraciones vividas el curso anterior, como una profesión perpetua y el 175 aniversario de la fundación de las misioneras del Corazón de María.
En su intervención, el administrador diocesano, Mn. Lluís Suñer, recordó que «nos encontramos a las puertas de la nueva etapa del Sínodo», y lo hizo pidiendo «oración y silencio para acoger al Espíritu». El lema de este evento es «Ensanchar nuestra tienda», y en este sentido invitó a los miembros de la vida consagrada a «abrirse a la Iglesia diocesana, a la comunidad ya los más necesitados con entrañas de misericordia. Esto se hace desde la ternura y cercanía». En relación con la llegada del nuevo obispo, manifestó que «hay que prepararnos para cómo lo acogeremos, personal y comunitariamente».
A continuación se hizo la presentación de las propuestas de la delegación para este curso, entre ellas los encuentros de Adviento y Cuaresma, que este año irán a cargo del biblista Joaquim Malé, que desarrollará, en las dos sesiones, el tema «Fundamento bíblico con clave de esperanza». El encuentro continuó con una celebración y oración bajo el hilo conductor del Tiempo de la Creación y de la conversión ecológica que propugna el papa Francisco, especialmente en su encíclica Laudato si' .
Foto: Ángel Almazan