
Este domingo, 12 de noviembre, se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, de lo contrario conocido como el día de Hermandad. Con la colecta que se lleva a cabo ese día, la Iglesia pide a los fieles contribuir económicamente en el sostenimiento de la actividad de su diócesis. Las aportaciones voluntarias son una pieza clave para que la Iglesia siga desarrollando su labor pastoral y social. Este año el lema es "Orgullosos de nuestra fe".
En la carta en la Hoja Parroquial con motivo de esta celebración, el administrador diocesano, Mn. Luis Suñer, manifiesta que "vale la pena seguir trabajando, como diócesis, para transformar nuestra sociedad a la luz de la Buena Nueva" y, en este sentido, señala que como diócesis "nos sentimos plenamente identificados con el mensaje del Evangelio, que contribuye a hacer de este mundo un lugar de paz, amor y esperanza". Es por ello que pone de relieve "la importancia de las colectas y donativos para continuar con esta tarea".
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