Este domingo, 19 de noviembre, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de los Pobres. Este año es la séptima edición. El papa Francisco ha hecho público un mensaje, titulado “No esquives ningún pobre (Tb, 4, 7), del que le ofrecemos algunos fragmentos para su reflexión, también puede descargar el mensaje completo haciendo clic aquí .
- "La realidad virtual se apodera de la vida real y los dos mundos se confunden cada vez más fácilmente. Los pobres se vuelven imágenes que pueden conmover por algunos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso por la calle, entonces aparece la incomodidad y la marginación. La prisa, compañera cotidiana de la vida, impide detenerse. c 10,25-37) no es un relato del pasado, interpela el presente de cada uno de nosotros”.
- "Damos gracias al Señor porque son muchos los hombres y mujeres que viven entregados a los pobres ya los excluidos y que comparten con ellos; personas de todas las edades y condiciones sociales que practican la acogida y se comprometen con aquellos que se encuentran en situaciones de marginación y sufrimiento. No son superhombres, sino los vecinos de casa; , dialogan, intentan comprender la situación y sus causas, para dar consejos adecuados y referencias justas. Están atentos a las necesidades materiales y también espirituales, a la promoción integral de la persona”.
- "El Reino de Dios se hace presente y visible en este servicio generoso y gratuito; es realmente como la semilla caída en la tierra buena de estas personas que da fruto (cf. Lc 8, 4-15). La gratitud hacia tantos voluntarios pide hacer oración para que su testimonio pueda ser fecundo".
- “En el 60 aniversario de la encíclica Pacem in terris, urge retomar las palabras del santo papa Juan XXIII cuando escribía: «Observamos que [el hombre] tiene un derecho a la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un nivel decoroso de vida, como por ejemplo, el alimento, el vestido, la vivienda, r el Estado. De eso sigue que el hombre tiene también el derecho a la seguridad personal en caso de enfermedad, invalidez, viudedad, vejez, paro y, por último, cualquier otra eventualidad que le prive, sin su culpa, de los medios necesarios para su sostenimiento» (n. 11)”.
- "Es fácil, hablando de los pobres, caer en la retórica. También es una tentación insidiosa la de quedarse en las estadísticas y en los números. Los pobres son personas, tienen rostros, historias, corazones y almas. Son hermanos y hermanas con sus cualidades y defectos, como todos, y es importante entrar en una relación personal con cada uno de ellos".
- “La fe nos enseña que cada uno de los pobres es hijo de Dios y que en él o en ella está presente Cristo: «Todo lo que hacían a uno de esos hermanos míos más pequeños, me lo hacían a mí» (Mt 25,40).
Foto: El Papa bendice una escultura dedicada a las personas sin hogar (Vatican Media)