
Ayer martes, 28 de noviembre, tuvo lugar, en la Casa Santa Elena de Solius, el receso de Adviento para presbíteros y diáconos de la diócesis. Bajo el título «Llamados por Dios», y con el primer capítulo del evangelio de Lucas como hilo conductor, fue dirigido por Mn. Pere Oliva i March, párroco del Seminario Mayor Interdiocesano de Cataluña y vicario episcopal para la acción pastoral y el clero del Obispado de Vic.
"A partir de María, figura básica en estas cuatro semanas de Adviento, he querido mostrar, en sus respuestas a la llamada que Dios le hace, unas actitudes que pueden ayudar en este camino de preparación en Navidad", explicaba Mn. Pedro, que inició la primera parte del receso, "Llamamiento y servicio", con los versículos de Lc 1, 26-38: "Cuando María es llamada por el Ángel ella da una respuesta positiva; acaba dando su libertad, la entrega a Dios para que Él trabaje con ella en bien de los demás. Este momento de llamada es muy importante". Y se preguntó: "¿Cuándo hemos oído que Dios nos llama?" y “¿A qué nos llama?”. Seguidamente, se centró en Lc 1, 39-45, cuando María visita a su prima Isabel: "María va a servir. Nuestra llamada es una llamada al servicio de las comunidades cristianas, de aquellos que nos necesitan", manifestó.
Después de un rato de oración y recogimiento se reanudó la sesión. En esta segunda parte, bajo el título “Alabanza y agradecimiento”, Mn. Pedro continuó con los versículos de Lc 1, 46-56, donde aparece el Magnificado, “las bienaventuranzas de María”: Son como un vuelco del mundo tal como está organizado”, indicó, y remarcó que “María nos invita, con su simplicidad y sencillez, a agradecer a Dios todo lo que recibimos de , en las personas y en nuestras vidas”.
En su intervención, el administrador diocesano, Mn. Lluís Suñer, pidió a los asistentes "a poner el corazón y las comunidades en disposición de acogida de cara a la llegada del futuro obispo". También informó sobre la situación de las residencias sacerdotales y de las próximas actividades diocesanas, como la celebración de ingreso en el catecumenado (10 de diciembre), el encuentro de monaguillos (28 de diciembre) y el calendario de la delegación de Jóvenes. Finalmente, tuvo un recuerdo para los presbíteros difuntos, saludó las nuevas incorporaciones y anunció las fechas de la reunión de arciprestas (16 de enero) y el receso de Cuaresma para presbíteros y diáconos (13 de febrero).
El receso cerró con la celebración de la Palabra y una comida de hermandad.