Carta del administrador diocesano de Girona con motivo de la muerte del obispo Carlos

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Queridos diocesanos,

Hoy sábado, 9 de diciembre, a las 5 de la madrugada, nos ha dejado el querido obispo Carles Soler i Perdigó. Él estuvo siete años de servicio generoso y desinteresado como obispo de Gerona. Siete años de preocupación por los presbíteros, religiosos y laicos que formábamos la Iglesia de nuestro obispado. Siete años de visitas a parroquias, comunidades religiosas, delegaciones, santuarios y ermitas que atestiguan las raíces cristianas de nuestra geografía. Se esforzó por dotar a nuestro obispado de unas infraestructuras espirituales, pastorales y materiales de acuerdo con las necesidades de aquellos años.

Y como gesto que le honra, al jubilarse se quedó entre nosotros para vivir con otros curas en la residencia sacerdotal de Banyoles y poniéndose al servicio de las parroquias del Pla de l'Estany y del obispo.

Para muchos fue un padre espiritual que nos acompañó en distintas etapas de nuestra vida. Fue un hombre de consejo que ayudaba a afrontar los problemas de cada día con serenidad, paciencia y con una gran esperanza. Para él, el ministerio episcopal se resumía en dos palabras: servicio y donación.

Quisiera poner de relieve unas palabras que definen lo que les digo en la homilía que pronunció en Santa María de los Tureros de Banyoles con motivo de los 25 años de su ordenación episcopal, el 22 de septiembre de 2016: «Quiero expresar mi agradecimiento a los curas, a mis curas. Entendí, al ser llamado al ministerio episcopal, que mi primer deber era amar a mis curas... El obispo debe ser padre y hermano mayor de sus primeros e íntimos colaboradores, los presbíteros. Ha sido para mí una gracia y un gozo amarles... Dos palabras más aún: perdón por aquello en lo que haya podido ofender. Gracias por la comprensión y cariño que me ha ofrecido. Ruega para que me mantenga fiel hasta que me llegue el “ven conmigo” que me lleve al gozo eterno con mi Señor Jesucristo».

La misa exequial tendrá lugar este próximo martes, 12 de diciembre, a las 11 de la mañana en la Catedral de Girona. El mismo día habrá instalada, en la catedral, una capilla ardiente, que estará abierta de 9 a las 11.30 de la mañana.

Por último, pido que durante el fin de semana se ruega por el obispo Carlos en todas las misas.

Unidos en la oración, vuestro,

Lluís Suñer y Roca,

administrador diocesano

Gerona, 9 de diciembre de 2023