
Como cada año, las delegaciones de la Pastoral Obrera de las diócesis catalanas y distintos movimientos cristianos elaboran el Manifiesto del Primero de Mayo con motivo de la Jornada Internacional de los Trabajadores que se celebra mañana miércoles, 1 de mayo.
Este año hacen hincapié en las personas de más de 65 años, que representan casi un 20% de la población. Un porcentaje que, según se lee en el documento, crecerá en las próximas décadas. Acentúan también a otras personas frágiles derivadas por otras causas: enfermedades crónicas, salud mental, diversidad funcional... que necesitan apoyo y recursos sanitarios y sociales para poder vivir con la calidad que merecen.
Los abajo firmantes denuncian las precariedades laborales en las que se encuentran muchos de los cuidadores y cuidadoras, principalmente en cuanto a los salarios y la falta de formación. "Un trabajo duro y poco valorado, lo que repercute en la calidad del servicio". También hacen saber que algunos de los contratantes cuentan con pocos ingresos y no disponen de ayudas suficientes, por lo que "muchos de los trabajos son realizados en la economía sumergida, sin contrato, sin la necesaria cotización a la Seguridad Social y con incertidumbre". Esto hace que "muchas de las trabajadoras de origen inmigrante no puedan disponer de permiso de trabajo" y "es un factor más que favorece la explotación".
Por todo esto, piden:
- Una mejora sustancial del sistema público de salud para que pueda seguir ofreciendo un buen servicio.
- La creación de empleo de calidad para garantizar la atención de cuidado a las personas y la disminución del paro.
- La dignificación de las condiciones laborales de cuidadores y cuidadoras.
- Una reducción del tiempo de trabajo que favorezca la conciliación familiar y laboral.
- La dotación de los recursos públicos necesarios para el cuidado de las personas en situación de dependencia y/o vulnerabilidad.
Los movimientos obreros cristianos que firman el Manifiesto son: ACO (Acción Católica Obrera), GOAC (Hermanor Obrera de Acción Católica), JUEGO (Juventud Obrera Católica), MIJAC (Movimiento Infantil y Juvenil de Acción Católica) e Iglesia por el Trabajo decente. También se suman curas obreros y religiosos y religiosas en barrios obreros; así como las ya citadas delegaciones de Pastoral Obrera de las diócesis catalanas.