
Este pasado domingo, 16 de junio, Calella celebró la fiesta de Sant Quirze y Santa Julita, patronos de la ciudad. A las 11 de la mañana tuvo lugar el Oficio Solemne en la iglesia de Santa Maria y Sant Nicolau, que fue presidido por el obispo de Girona, fray Octavi Vilà y concelebrado por el párroco de la parroquia, Mn. Cinto Busquet. Durante la ceremonia, siete adolescentes y dos adultos de la parroquia recibieron el sacramento de la Confirmación de manos del obispo y otra persona adulta recibió su primera comunión.
«Creer no es tan fácil como puede parecer a simple vista. No lo fue por san Quirce y santa Julita. No lo fue ni siquiera para aquellos que escuchaban día tras día al Señor», afirmó el obispo durante la homilía, y añadió: «Pero Dios puede todo si nosotros lo dejamos actuar. Él traspasa puertas, rompe cadenas de quienes son encadenados a las cárceles, como Pedro y Pablo. Atraviesa paredes y se hace presente allí donde Él quiere y cuándo quiere» ( Descargar homilía completa ).
Horas antes, a las 8 de la mañana, en la capilla de san Quirce y santa Julita, se había hecho la tradicional Misa de la Secretaria, presidida este año por Mn. Salvador Gras, hijo de Calella.
Acabado el Oficio, el equipo del consejo parroquial y otras personas vinculadas a la comunidad compartieron una comida de hermandad con el obispo, con la que tuvieron, a posteriori, un rato de diálogo y testimonio. Ya por la tarde, la misma iglesia acogió un concierto del Coro de Cámara Ciudad de Calella, bajo la dirección de Joaquim Piqué, con Núria Puigbó en el violonchelo y Jordi Ribell en el órgano. Interpretaron piezas de JS Bach, Anton Bruckner, Will Todd y Knut Nysted.
Fotografías: Parroquia de Calella y Jaume Forest