
Un total de 498 diocesanos y diocesanas participaron, del 26 al 30 de junio, en el 57º Peregrinaje de la Esperanza al santuario de la Virgen de Lourdes. Este año el lema ha sido «Que se venga en procesión», haciendo referencia a la petición que la Virgen María hizo a santa Bernardita.
La delegación gerundense fue encabezada por el obispo de Girona, fray Octavi Vilà; el presidente de la Hospitalidad de Lourdes en la diócesis, Jaume Torrent, y el consiliario de la Hospitalidad, Mn. Juan Baburés. Los participantes provenían de toda la diócesis: 160 hospitalarios, 155 personas enfermas o con movilidad reducida, 78 peregrinos, 68 jóvenes, 18 personas del equipo médico, 10 niños y 9 presbíteros y religiosos.
En la homilía de la misa que presidió el obispo con motivo de la festividad de san Pedro y san Pablo señaló que «podemos creer que Jesús fue un hombre bueno, alguien que hizo el bien, que murió por una justa causa… pero si nuestra respuesta no va más allá nos quedamos cortos, no acabamos de captar el centro de nuestra fe». Y añadió: «Con su respuesta, Pedro nos da la clave. Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y todavía dirá más cuando un día diga: ¿Señor a quien iríamos? Sólo os tenéis palabras de vida eterna (Jn 6,68)». Propuso a Pedro y Pablo como modelos, así como a María: «A lo largo de su vida estuvo siempre en un segundo plano, humilde de pura cepa y siempre atenta a escuchar la voz de Dios ya hacer su voluntad».
De nuevo en Girona, el presidente de la Hospitalidad, Jaume Torrent, manifestaba que han vuelto «con la fe afianzada y los ánimos al máximo, con ganas del próximo año». También destaca que se está trabajando especialmente en el relevo generacional del voluntariado y en el calendario de actividades en el año. Por otro lado, informa que la Hospitalidad gerundense participará, en los próximos meses, en los actos del Milenario de Montserrat, en un encuentro especial junto a las demás hospitalidades catalanas.
Fotografías: Hospitalidad de Lourdes y Àngel Almazan (salida de Girona)