
Ayer martes, 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, tuvo lugar la 33 ª Jornada Mundial del Enfermo. En la diócesis, la celebración central fue en la iglesia de Santa Susanna del Mercadal de Girona. El programa comenzó con una conferencia titulada "El Jubileo y la visita de los enfermos", a cargo de Mn. Sebastià Aupí i Escarrà, delegado diocesano de la Pastoral de la Salud. Precisamente, Mn. Aupí ha publicado un artículo sobre esta temática, que puede leer en este enlace .
Seguidamente, se celebró una misa, presidida por el obispo de Girona, fray Octavi Vilà, quien inició la homilía recordando las palabras del papa Francisco en su mensaje por la Jornada: «Nunca como en el sufrimiento nos damos cuenta de que toda esperanza viene del Señor, y que por eso es, ante todo, un don que debemos acoger y cultivar, ine Delbrêl». En este sentido, manifestó que "vivir en la esperanza en todo momento y en toda ocasión no es fácil" y que "cuando las cosas van bien seguramente no nos cuesta tanto, pero cuando van mal ya es otra cosa".
También señaló que «el amor de Dios debemos hacerlo presente en los enfermos, debemos acercarlo a quienes ahora y aquí sufren, se angustian y necesitan una voz amiga, una mano tendida que les haga notar que el Señor está cerca de él aunque les cueste darse cuenta». Y añadió: «Poner en nuestros labios una palabra de esperanza, ser la nuestra esta mano amiga, está en nuestras manos». «Nos ayudará María, bajo la advocación de Loudes, ella que escucha nuestras plegarias en toda necesidad ya la que pedimos en todo momento que nos aparte de los peligros», finalizó.
Fotografías: Àngel Almazan